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miércoles, 15 de julio de 2020

Probablemente mi deber

Esa necesidad de escribir sobre todo, de expresar mi opinión personal de algo pero utilizando siempre las letras para hacerlo, me hace cada vez más vulnerable a la vida. Vulnerable no siempre implica correr riesgos desfavorables, esta vez el sentido de la palabra cambia radicalmente, porque estar inspirado todo el tiempo me obliga a percibir muchos de los acontecimientos cotidianos de manera subjetiva y creativa. 

¿será una mala costumbre? quien sabe. Quizá sea únicamente un latido vocacional que me invita siempre a estar creando, a cambiar el mundo desde el más remoto pero relativo silencio, una llamarada de emociones que pelean entre sí para lograr protagonismo y llevarme a sentir la vida como un todo múltiple. 

Es un placer, el mayor de todos, el único placer que, después de cometido, me libera de culpas y remordimientos. Una habilidad, pero también un don, una pasión, una vocación, un pecado tal vez, o una maldición. Sea lo que sea, es mi necesidad más constante, probablemente mi deber.