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sábado, 23 de mayo de 2020

La mejor plataforma para Lectores y escritores

Si te gusta leer al paso, si te gusta tener tu lectura actual a la mano y llevarla a todas partes sin escatimar mayor esfuerzo, entonces esta plataforma está diseñada para ti. 
Booknet, antes llamada Litnet, es para hoy la mejor plataforma de lecto-escritura ofrecida a un público internacional. En Booknet encontramos mucho de todo, novelas, cuentos, poesía, ensayos y entradas de blogs que abarcan cualquier tema de tu interés. Basta únicamente con escribir en el buscador lo que prefieres leer y listo, miles de opciones a la mano, gratuitas y de pago si lo prefieres. 

3 de los principales beneficios de Booknet son:

1. La oportunidad de interactuar directamente con los autores de los textos. Ya sea comentando, siguiendo o puntuando su obra, tendrás el privilegio de cruzar palabras con los escritores e inclusive inferir de alguna forma durante la escritura de una historia. 

2. Crea tu propia biblioteca portable, a la que tendrás acceso aun sin conexión a internet.

3. Litnet está disponible para múltiples sistemas operativos, por lo que resultará muy cómodo poder continuar la lectura que iniciaste en tu dispositivo móvil. 

Échale un ojito.

martes, 19 de mayo de 2020

LA LECTURA: Un método de escape

Tal vez resulte un poco tediosa mi intención de que tomes un libro y te permitas descubrir lo que te cuenta su susurro, pero cuando algo nos apasiona profundamente queremos que más personas también descubran aquel placer, o por lo menos entiendan cual es nuestro vínculo. Lo paradójico de todo es que, algunas veces, mostrar aquel gusto desinteresado se hace inexplicable.

Ya he hablado muchas veces de los numerosos beneficios que brinda el ejercicio de la lectura, de hecho en muchos portales, páginas, blogs y canales de YouTube encontramos razones de sobra para enamorarse de aquella actividad; pero hoy quiero hacerte la invitación asumiendo la lectura desde un punto de vista más estratégico, si entender aquellos beneficios no resulta convincente.

Imagínate en la siguiente situación:
Estás en un cuarto pequeño, sin ventilación alguna. Solo hay un blanco resplandor que por alguna razón te permite la suerte de no estar en penumbras. Estás solo. De repente las cuatro paredes empiezan a acercarse lentamente y no tienes más opción que esperar a que se acerquen lo suficiente como para aplastarte, por lo que te agobias y lloras desconsoladamente... sin embargo, justo a tu lado aparece un libro, e involuntariamente corres a leerlo. Te sumerges en él desde la primera línea, es a lo que te invita, los libros no están hechos para nada más que ser leídos. 
Las paredes nunca se detuvieron, pero tú ni siquiera te diste cuenta.

Por muy agresiva que sea mi alegoría, no está muy lejos de cómo se nos muestra la vida misma, como un cuarto pequeño, íntimo, en el que estamos solo nosotros iluminados por la misericordia de Dios... 
Algunas situaciones nos ponen bajo esas mismas circunstancias, un problema familiar, una enfermedad, una responsabilidad no deseada; Entonces es cuando la lectura se transforma en un método de escape. No significa que te distraiga de tus obligaciones, sino que las cumplas asumiéndolas con un estado de ánimo menos frenético.

Ya has escuchado a más de un lector decir que la lectura abre puertas a otros mundos, que se convierte en un viaje a tu propia conciencia y te permite visualizar tu forma personal de imaginar. Yo estoy de acuerdo con ellos, pero a partir de mi experiencia asimilada desde dos puntos de vista objetivos (autor-lector), puedo decir con la autoridad suficiente que el mismo arte me concede, que leer es el mejor método para gritar "ole" a la mayoría de los problemas.

Atrévete, lee un libro y descubre aquella experiencia de la que hoy gozamos tantos. Lee un libro y escapa, aunque sea un ratito, de aquellas dificultades. Lee un libro, el que quieras, cuando quieras, donde quieras, como quieras... y después me cuentas. 




lunes, 18 de mayo de 2020

Supuesto antagonista

Cuando las hojas se secan  ya no tienen la fuerza suficiente para permanecer en su lugar, son obligadas por el viento, arrancadas de manera inclemente y sometidas por su peso a vivir a los pies de quien todo el tiempo la sostuvo. Esta alegoría nos permite identificarnos plenamente con la situación de la que hoy todos somos protagonistas. 
El menos naturalista puede llegar a sentir cierta empatía y respeto hacia el medio ambiente, pues resulta que la propagación de un virus que no nos pertenece es un llamado de atención, por de más drástico, que nos hace la vida misma; una bofetada a nuestra conducta insensata y desconsiderada, sin dejar de ser  también una oportunidad para rectificarnos y reivindicarnos. 

Es en estas circunstancias cuando sale a flote nuestra verdadera naturaleza, la solidaria, la que no escatima en gastos con tal de ayudar, la que valora más la vida, la que se vuelve en favor de la construcción y la supervivencia, la que es sensible al mal del otro, la que se identifica con las dificultades del prójimo... esa naturaleza innata que se ve opacada por los afanes sin sentido y las contiendas absurdas. Es como somos, es lo que nos constituye. Me conmueve profundamente descubrir la cantidad de valores constructivos que salen a flote en  la mayoría, una voluntad de servicio y conciencia, que se roba el papel principal en las noticias. El ser humano defendiendo su existencia, el ser humano defendiendo la vida.

El Coronavirus  no llegó de la nada, lo encontramos nosotros mismos en el tiempo perfecto para permitirnos, involuntariamente y no de la mejor forma,  la oportunidad de volver a empezar y de apropiarnos de lo que realmente nos hace personas. Abramos la mente, olvidémonos de tantos prejuicios y diferencias, defendamos la igualdad que nos hace hermanos, tomemos la lección y mantengamos la práctica de la misma para el resto del tiempo. Esto pasará, pero evidentemente se convertirá en la segunda parte de la historia evolutiva de la raza humana.